Oración a San Cipriano para el dinero: atrae la abundancia y la prosperidad

Oh glorioso San Cipriano, tú que fuiste un gran mago y hechicero, que conociste todos los secretos de la magia negra y blanca, que te convertiste al cristianismo y renunciaste a tus poderes para servir al Señor, te ruego que me ayudes en este momento de necesidad.

Tú que eres el patrón de los brujos y los magos, que tienes el poder de abrir todas las puertas y de desatar todos los nudos, te suplico que me concedas el dinero que tanto necesito y que me urge conseguir.

Tú que eres el protector de los pobres y los desamparados, que sabes lo que es pasar hambre y necesidad, te imploro que me abras los caminos de la abundancia y la prosperidad, que me libres de toda escasez y miseria.

Tú que eres el defensor de los afligidos y los perseguidos, que sufriste las injusticias y las calumnias, te pido que me guardes de todo mal y de todo enemigo, que me alejes de toda mala influencia y de toda mala suerte.

Oh bendito San Cipriano, escucha mi súplica y atiende mi petición. Haz que el dinero llegue a mis manos lo más pronto posible, sin causar daño ni perjuicio a nadie. Haz que el dinero sea una bendición y no una maldición, que lo use para el bien y no para el mal, que lo comparta con los demás y no lo acapare.

Te prometo que si me concedes este favor, te seré fiel y devoto, te honraré y te agradeceré, te rezaré y te alabaré. No me desampares ni me abandones, San Cipriano. Confío en ti y en tu intercesión. Así sea, así sea, así sea. Amén.

Oh poderoso San Cipriano, tú que fuiste un gran sabio y maestro, que dominaste todos los conocimientos de la magia negra y blanca, que te arrepentiste de tus pecados y te entregaste al Señor, te ruego que me ayudes en este aspecto de mi vida.

Tú que eres el maestro de los brujos y los magos, que tienes el don de atraer todo lo que deseas y de hacer realidad tus sueños, te suplico que me ayudes a atraer el dinero a mi vida, que me hagas más próspero y exitoso.

Tú que eres el amigo de los pobres y los necesitados, que conoces el valor del trabajo y del esfuerzo, te imploro que me ayudes a generar más dinero, que me des más oportunidades y más recursos.

Tú que eres el abogado de los oprimidos y los marginados, que luchas contra las injusticias y las opresiones, te pido que me ayudes a administrar bien el dinero, que me enseñes a ser generoso y solidario, que me libres de la codicia y la avaricia.

Oh milagroso San Cipriano, escucha mi súplica y atiende mi petición. Haz que el dinero fluya hacia mí de forma abundante y constante, sin causar daño ni perjuicio a nadie. Haz que el dinero sea una fuente de bienestar y felicidad, no de problemas ni conflictos. Haz que el dinero sea un medio y no un fin, que lo use para crecer y no para estancarme.

Te prometo que si me concedes este favor, te seré fiel y devoto, te honraré y te agradeceré, te rezaré y te alabaré. No me desampares ni me abandones, San Cipriano. Confío en ti y en tu intercesión. Así sea, así sea, así sea. Amén.

Oh magnífico San Cipriano, tú que fuiste un gran mago y hechicero, que controlaste todos los secretos de la magia negra y blanca, que te convertiste al cristianismo y renunciaste a tus poderes para seguir al Señor, te ruego que me ayudes en este momento de mi vida.

Tú que eres el rey de los brujos y los magos, que tienes el poder de cambiar las circunstancias y de influir en el destino, te suplico que me concedas el dinero y la suerte que tanto necesito o deseo.

Tú que eres el benefactor de los pobres y los humildes, que sabes lo que es la gratitud y la humildad, te imploro que me ayudes a recibir el dinero y la suerte con alegría y agradecimiento, que me des la sabiduría y la prudencia para usarlos bien.

Tú que eres el protector de los inocentes y los justos, que combates el mal y las tentaciones, te pido que me ayudes a conservar el dinero y la suerte con honradez y dignidad, que me preserves de la envidia y el egoísmo.

Oh maravilloso San Cipriano, escucha mi súplica y atiende mi petición. Haz que el dinero y la suerte lleguen a mi vida de forma inesperada y sorprendente, sin causar daño ni perjuicio a nadie. Haz que el dinero y la suerte sean una manifestación de tu bondad y tu gracia, no de mi ambición o mi capricho. Haz que el dinero y la suerte sean un motivo de alegría y felicidad, no de angustia o tristeza.

Te prometo que si me concedes este favor, te seré fiel y devoto, te honraré y te agradeceré, te rezaré y te alabaré. No me desampares ni me abandones, San Cipriano. Confío en ti y en tu intercesión. Así sea, así sea, así sea. Amén.