Significado salmo 23: un poema de confianza en Dios

  1. 1 - Jehová es mi pastor; nada me faltará.
  2. 2 - En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
  3. 3 - Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
  4. 4 - Aunque ande en valle de sombra de muerte,
  5. No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
  6. 5 - Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
  7. 6 - Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
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El salmo 23 es uno de los salmos más conocidos y amados de la Biblia. Fue escrito por el rey David, quien antes de ser soberano fue un humilde pastor de ovejas. En este poema, David compara su relación con Dios con la de una oveja con su pastor.

Así, nos muestra cómo Dios provee, guía, protege y bendice a sus hijos, que confían plenamente en él.

En este artículo, vamos a explicar el significado y la aplicación de cada verso de este salmo, y cómo podemos vivir con la misma fe y seguridad que David.

Jehová es mi pastor; nada me faltará

El primer verso del salmo 23 es una declaración de fe y de identidad. David reconoce que Jehová es su pastor, es decir, el que cuida de él, lo conoce, lo ama y lo dirige. Al decir que nada le faltará, David expresa su satisfacción y su contentamiento con lo que Dios le da.

No se preocupa por el futuro, ni por las necesidades materiales, ni por las adversidades, porque sabe que Dios suplirá todo lo que necesita, según su voluntad y su propósito. David no se considera a sí mismo como un dueño de su vida, sino como una oveja que depende de su pastor.

En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará

El segundo verso del salmo 23 describe la provisión y el descanso que Dios ofrece a sus hijos. David usa la imagen de los pastos verdes y las aguas tranquilas para representar el alimento y la paz que Dios le da. Dios no solo le da lo necesario para vivir, sino que también le da lo mejor, lo más abundante y lo más agradable.

Dios le hace descansar, es decir, le da reposo, alivio y tranquilidad. Dios le pastorea, es decir, le guía, le enseña y le corrige. David disfruta de la presencia y la comunión con Dios, que le llena de gozo y de gracia.

Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre

El tercer verso del salmo 23 habla de la restauración y la dirección que Dios da a sus hijos. David dice que Dios conforta su alma, es decir, que le da consuelo, ánimo y fortaleza. Dios le restaura, le sana y le renueva cuando está herido, cansado o afligido.

Dios le guía por sendas de justicia, es decir, por caminos rectos, buenos y verdaderos. Dios le instruye, le orienta y le ayuda a hacer su voluntad. David dice que Dios hace todo esto por amor de su nombre, es decir, por su gloria, su honor y su fidelidad. Dios actúa conforme a su carácter, que es santo, bueno y amoroso.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento

El cuarto verso del salmo 23 muestra la protección y la confianza que Dios brinda a sus hijos. David reconoce que hay momentos en la vida en los que se enfrenta a situaciones peligrosas, difíciles y dolorosas.

El valle de sombra de muerte representa el peligro, la angustia, el sufrimiento y la incertidumbre que puede experimentar el creyente. Sin embargo, David dice que no teme mal alguno, es decir, que no se deja dominar por el miedo, la ansiedad o la duda. David sabe que Dios está con él, es decir, que no lo abandona, ni lo deja solo, ni lo olvida. Dios le acompaña, le sostiene y le defiende.

David dice que la vara y el cayado de Dios le infunden aliento, es decir, que le dan seguridad, consuelo y esperanza. La vara y el cayado son los instrumentos que el pastor usa para cuidar de sus ovejas, para protegerlas de los enemigos, para corregirlas cuando se desvían y para rescatarlas cuando se pierden.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando

El quinto verso del salmo 23 revela la bendición y la abundancia que Dios otorga a sus hijos. David cambia la metáfora del pastor y la oveja por la del anfitrión y el invitado. David dice que Dios adereza mesa delante de él en presencia de sus angustiadores, es decir, que Dios le prepara un banquete, le honra y le favorece, aun cuando tiene enemigos, problemas o dificultades.

Dios le muestra su gracia, su poder y su victoria. David dice que Dios unge su cabeza con aceite, es decir, que Dios le unge, le consagra y le da autoridad, dignidad y alegría. El aceite representa el Espíritu Santo, que unge, sella y capacita al creyente.

David dice que su copa está rebosando, es decir, que Dios le da más de lo que necesita, le colma de bienes y de bondad. Dios le da una vida plena, feliz y eterna.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días

El sexto y último verso del salmo 23 expresa la seguridad y la esperanza que Dios infunde a sus hijos. David dice que el bien y la misericordia le seguirán todos los días de su vida, es decir, que Dios le acompañará, le cuidará y le hará bien siempre. El bien y la misericordia son los atributos de Dios que se manifiestan en sus obras y en sus promesas.

Dios es bueno y misericordioso con sus hijos, y les da lo mejor de sí mismo. David dice que en la casa de Jehová morará por largos días, es decir, que Dios le dará un lugar, una familia y una herencia. La casa de Jehová representa el templo, la iglesia y el cielo, donde el creyente puede adorar, servir y disfrutar de la presencia de Dios. David tiene la certeza de que su destino final es estar con Dios para siempre.

El salmo 23, una invitación a confiar en Dios

El salmo 23 es un poema que nos invita a confiar en Dios como nuestro pastor, nuestro proveedor, nuestro guía, nuestro protector, nuestro benditor y nuestro salvador. Este salmo nos muestra la relación íntima, personal y dependiente que podemos tener con Dios, si le entregamos nuestra vida a él.

Este salmo nos anima a vivir con fe, con paz, con gozo y con esperanza, sabiendo que Dios está con nosotros, que nos ama, que nos cuida y que nos bendice. Este salmo nos reta a seguir a Dios, a obedecerle, a honrarle y a glorificarle, por amor a su nombre.

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