El salmo 20 explicado: una oración pidiendo la victoria

  1. 1 Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda.
  2. 2 Te envíe ayuda desde el santuario, Y desde Sion te sostenga.
  3. 3 Haga memoria de todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto. Selah
  4. 4 Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu consejo.
  5. 5 Nosotros nos alegraremos en tu salvación, Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; Conceda Jehová todas tus peticiones.
  6. 6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra.
  7. 7 Estos confían en carros, y aquellos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
  8. 8 Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
  9. 9 Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.
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El salmo 20 es uno de los salmos más conocidos y utilizados por los creyentes de diversas tradiciones religiosas. Se trata de una oración que pide la protección, la ayuda y el triunfo de Dios sobre las dificultades y los enemigos que se presentan en la vida.

En este artículo, vamos a analizar el significado, el contexto y la forma de rezar este salmo, así como su relevancia para nuestra fe y nuestra esperanza.

El mensaje espiritual y teológico del salmo 20

El salmo 20 no solo tiene un valor histórico y literario, sino también un valor espiritual y teológico, que trasciende el tiempo y el espacio, y que se puede aplicar a nuestra vida y a nuestra fe. El salmo 20 nos enseña varias lecciones importantes, como las siguientes:

  • El salmo 20 nos muestra que Dios es nuestro protector, nuestro ayudador y nuestro salvador, que nos escucha, nos defiende, nos sostiene, nos acepta, nos concede, nos fortalece y nos responde cuando lo invocamos. Dios no nos abandona ni nos deja solos en las situaciones difíciles, sino que nos acompaña, nos asiste y nos da la victoria sobre nuestros problemas y nuestros enemigos.
  • El salmo 20 nos invita a confiar plenamente en Dios y en su nombre, y no en nuestras propias capacidades o recursos. Dios es más poderoso y más fiel que cualquier cosa que el mundo nos pueda ofrecer. Dios es el único que puede garantizar nuestro éxito y nuestra felicidad. Dios es el único que merece nuestra alabanza y nuestra gratitud.
  • El salmo 20 nos anima a orar por nuestros líderes y por nuestras autoridades, para que actúen conforme a la voluntad de Dios y para que reciban su bendición y su apoyo. Dios ha establecido el orden y la justicia en la sociedad, y ha ungido a algunos para que lo representen y lo sirvan. Dios quiere que sus hijos vivan en paz y en armonía, y que respeten y honren a los que gobiernan con sabiduría y con amor.
  • El salmo 20 nos inspira a alegrarnos en la salvación de Dios, y a celebrar su nombre y su reino. Dios nos ha dado la victoria definitiva sobre el pecado y la muerte, a través de su Hijo Jesucristo, el verdadero Rey y el verdadero Ungido, que ha muerto y ha resucitado por nosotros. Dios nos ha hecho partícipes de su gloria y de su herencia, y nos ha llamado a ser sus testigos y sus colaboradores en la tierra.

Cuándo y cómo se reza el salmo 20

El salmo 20 se puede rezar en diferentes momentos y circunstancias de nuestra vida, especialmente cuando nos enfrentamos a algún desafío, a alguna dificultad o a algún peligro, y cuando necesitamos la ayuda, la protección y la victoria de Dios. El salmo 20 se puede rezar de forma individual o comunitaria, de forma vocal o mental, de forma literal o adaptada, de forma completa o parcial, según nuestra preferencia y nuestra necesidad.

Aquí te proponemos una forma sencilla y práctica de rezar el salmo 20:

  • Comienza invocando al Espíritu Santo, para que te ilumine y te guíe en tu oración.
  • Lee con atención y con devoción el salmo 20, y medita en su significado y en su mensaje.
  • Identifica la situación o la persona por la que quieres orar, y pídele a Dios que te escuche, que te defienda, que te envíe ayuda, que acepte tus ofrendas, que te conceda tus deseos y que te otorgue el éxito, según su voluntad y su plan.
  • Declara tu fe y tu alabanza a Dios, y reconoce que él te ha salvado, que te ha oído, que te ha fortalecido, que te ha diferenciado, que te ha hecho levantarte y que te ha escuchado, por su gracia y su misericordia.
  • Agradece a Dios por su bondad y su fidelidad, y por la victoria que te ha dado sobre tus problemas y tus enemigos, por medio de su Hijo Jesucristo, el Rey de reyes y el Señor de señores.
  • Termina tu oración con un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria, o con la oración que tú elijas.

El contexto histórico y literario del salmo 20

El salmo 20 forma parte del libro de los Salmos, una colección de 150 poemas o cánticos que expresan las emociones, los pensamientos y las experiencias de los autores inspirados por Dios. Los salmos se clasifican en diferentes géneros o tipos según su contenido, su forma y su función. El salmo 20 pertenece al género de los salmos reales, que son aquellos que celebran la figura del rey de Israel como representante de Dios y como líder del pueblo elegido.

El salmo 20 se sitúa en el contexto de una guerra o una batalla, en la que el rey de Israel se enfrenta a sus enemigos con la confianza de que Dios lo apoyará y le dará la victoria. El salmo se divide en dos partes: la primera (versículos 1-5) es una bendición o una súplica que el pueblo dirige al rey antes de que salga al combate, pidiéndole a Dios que lo escuche, que lo defienda, que le envíe ayuda, que acepte sus ofrendas, que le conceda sus deseos y que le otorgue el éxito. La segunda parte (versículos 6-9) es una declaración de fe y de alabanza que el rey pronuncia después de haber obtenido la victoria, reconociendo que Dios lo ha salvado, que lo ha oído desde el cielo, que lo ha fortalecido con su poder, que lo ha diferenciado de sus adversarios, que lo ha hecho levantarse y que lo ha escuchado cuando lo ha invocado.

El salmo 20 tiene una estructura simétrica y paralela, que refleja la armonía y la unidad entre el rey y el pueblo, entre la súplica y la acción de gracias, entre la confianza y la alabanza. El salmo utiliza varios nombres y atributos de Dios, como Jehová, el Dios de Jacob, el santuario, Sion, el ungido, los santos cielos, la diestra, el nombre de Jehová y el Rey, para resaltar su grandeza, su fidelidad, su presencia, su elección, su santidad, su poder, su autoridad y su soberanía. El salmo también contrasta la confianza en Dios con la confianza en los medios humanos, como los carros y los caballos, que son símbolos de la fuerza militar y de la autosuficiencia.

Reflexiones finales!

El salmo 20 es una oración pidiendo la victoria, que nos revela el amor, el poder y la soberanía de Dios, que nos invita a confiar en él y en su nombre, que nos anima a orar por nuestros líderes y por nuestras autoridades, y que nos inspira a alegrarnos en la salvación de Dios y a celebrar su nombre y su reino.

El salmo 20 es una fuente de esperanza, de consuelo y de fortaleza para nuestra vida y nuestra fe. Te invitamos a rezarlo con frecuencia, y a compartirlo con tus familiares y amigos, para que todos experimenten la presencia y la acción de Dios en sus vidas. Que Dios te bendiga y te guarde. Amén.